Cambie su vida en 24 horas
Ya casi tiene decidido empezar CrossFit.
Eligió un gimnasio. Visitó el sitio web para familiarizarse con los entrenadores. Quizás pasó caminando durante una clase y admiró lo que aparentemente es un caos coreografiado.
Le queda solo un paso, que es atravesar la entrada principal.
Sé que tiene muchos motivos para pensar que no puede hacerlo. Correr y saltar no están hoy dentro de su área de especialidad. Deduce que esas actividades aparecen regularmente en el CrossFit, al igual que hacer pull-ups (dominadas) y burpees. Hay una voz que le dice que no puede hacerlo.
Pero sé que hay otra voz que lo anima para que intente hacer CrossFit, y debe escucharla.
Hay algo que es verdad: si no lo intenta, definitivamente no logrará desarrollar el cuerpo que imagina. El camino para lograr tener ese cuerpo, un cuerpo saludable, hábil y en forma, implica alejarse de inmediato de su sofá.
Sé exactamente cómo se siente.
El primer día que me acerqué al CrossFit, estaba tan obesa que no podía saltar. En absoluto. Mi cuerpo no era capaz de generar suficiente fuerza para despegarme aunque sea un centímetro del suelo.
Me sentía como un impostora.
Si le preocupa sentir que va a llamar la atención por su falta de fitness, tengo un secreto para contarle:
El CrossFit humilla a todos a diario.
Este no es un secreto dentro de la comunidad de CrossFit. Pregúntele a la persona que tenga mejor estado físico de su nuevo gimnasio sobre su primer entrenamiento. Escuchará historias sobre rutinas sin terminar, casi vomitando y sorprendiéndose de lo difícil que es, mucho más de lo que parecía.
Le cuento otro secreto: tiene una pequeña ventaja respecto a la persona que está medianamente en forma que se acerca a probar una clase de CrossFit. Usted ya sabe que va a ser difícil.
A decir verdad, los ejercicios siempre van a ser difíciles porque cuando comienzan a ponerse sencillos, hará que sean difíciles nuevamente. Eso es lo que hacemos y es así como nos ponemos cada vez más en forma y alcanzamos nuestros objetivos. No somos un grupo de fenómenos genéticos que tienen alta tolerancia al dolor. No amamos el ejercicio en sí mientras lo estamos haciendo, pero amamos sus efectos, y el esfuerzo tiene su recompensa.
Quiero que experimente esta transformación, pero le va a llevar más de una sesión o dos empezar a notar los cambios que su cuerpo comienza a hacer desde el primer día. La distancia entre sus primeras pocas clases y el momento en el que llega a decir “mira lo que soy capaz de hacer ahora” puede ser un desafío.
Quizás ya haya tomado una clase en algún otro lado, pero dejó de hacerlo por algún motivo.
Le tengo una propuesta: dedíquese 24 horas en la forma de 24 clases de CrossFit.
Esa es la cantidad de clases que bastan para superar el pánico inicial de “en qué estaba pensando” y para atravesar la semana o las dos semanas en las que su cuerpo lo amenaza y le dice que va a hacer una huelga para protestar por su nuevo pasatiempo.
Asimismo, cuestionará su decisión durante cada clase, al menos durante las primeras 10 sesiones. Se sentirá con dolores. Se asegurará de que nunca va a recordar la diferencia entre un clean (cargada) y un snatch (arranque). Maldecirá la gravedad y los wall balls (lanzamiento de pelota). Jurará que va a odiar por siempre los burpees.
En algún momento, entre la clase 12 y la 20, las cosas comenzarán a cobrar sentido, e incluso podría llegar a esperar encontrar el próximo desafío que está escrito en la pizarra. Confíe en mí.
Piense en la lucha que siente cuando un avión pelea contra la naturaleza para elevarse y andar por el aire. Sus primeras 24 clases son como ese despegue. Tendrá que pelear contra las excusas, los viejos hábitos y el deseo de renunciar. Pero así como el avión consigue vencer la gravedad, usted podrá ganarle a sus excusas y alcanzar una “altitud de crucero”. Una vez que esté allí, va a haber creado una rutina, y renunciar a ello no va a estar dentro de su radar.
Tres o cuatro días por semana, por las próximas seis u ocho semanas, eso es todo lo que pido. No mire más allá. El tiempo pasará, ya sea que salga o no del sillón. Es mucho mejor pasarlo mientras se vuelve cada vez más fuerte y más saludable, ¿verdad?
Cualquier estructura que está hecha para durar requiere un cimiento sólido de base. Piense en cada clase como un ladrillo más que le agrega al cimiento de su salud y su fitness. Cuando ponga el ladrillo n.° 24, su cimiento estará completo y estará preparado para verdaderamente comenzar a construir el cuerpo y la vida que desea.
Todos los días, CrossFit cura la enfermedad crónica, revierte la obesidad y salva vidas. Dedique esas 24 horas y vea los cambios que CrossFit le puede traer a su vida.
Parte 1 de esta serie de seis partes: “Carta abierta para aquellos que necesitan perder peso “
Acerca del autor: Kai Rainey vive con su esposo de 21 años en Tucson, Arizona. A los 42 años pesaba más de 300 lb (136 kg),con un IMC de 49,9. Perdió más de la mitad de su peso corporal gracias al CrossFit y a comer saludablemente. En noviembre del 2017, obtuvo un Certificado de Entrenador de CrossFit, Nivel 1. Su deseo es poder acercarse a otras personas que están luchando contra la obesidad y ayudarlas a dar los pasos necesarios para recuperar sus vidas. Leer más en Mylastfatsummer.com.